Los lípidos se clasifican en dos grupos principales: simples y complejos. Los lípidos simples más importantes son el colesterol y los ácidos grasos. Lípidos complejos son los fosfolípidos y los triglicéridos.
El colesterol es una grasa presente en todas las células del organismo. La mayoría de los tejidos pueden producir colesterol, pero se sintetiza principalmente en el hígado y en el intestino delgado. El colesterol de la dieta es una fuente sustancial de colesterol total; puede contribuir hasta en un 20% a 40% del colesterol total del organismo. El intestino delgado es el sitio de captación de colesterol de la dieta. La síntesis endógena representa el 60% a 80% restante del colesterol. Además de su función de “reserva”, el colesterol desempeña otras funciones, como formar parte de las membranas de nuestras células, y ser el precursor de numerosas hormonas (las llamadas “hormonas esteroideas”: progesterona, testosterona, estradiol y cortisol). Así pues, y en contra de lo que pueda pensarse, el colesterol no es “intrínsecamente” dañino, lo que es perjudicial es un exceso o una “mala calidad” de colesterol.
Colesterol bueno” y “colesterol malo”
Existen varios tipos de lipoproteínas en función del contenido de proteínas y del tipo de grasas que las componen. Los dos tipos de lipoproteínas que contienen colesterol son:
- LDL: compuestas principalmente por colesterol y una proteína llamada apoB. Es la forma en que el cuerpo recoge el colesterol del hígado (donde lo sintetiza) y lo distribuye a los tejidos. El 70% del colesterol que circula por la sangre lo hace en forma de LDL-colesterol. Éste es el “colesterol malo”, el responsable de la aterosclerosis, o acumulación de colesterol en la pared de las arterias.
- HDL: compuestas principalmente por colesterol y una proteína llamada apoA. Estas partículas contienen el denominado “colesterol bueno”, porque transportan el exceso de colesterol desde los tejidos hasta el hígado.
Hipercolesterolemia
Hablamos de hipercolesterolemia cuando los niveles de C-LDL en sangre están elevados por encima del valor normal. Los valores de colesterol recomendados según la Guía Europea de Prevención Cardiovascular en la práctica clinica. Adaptación española del CEIPC (Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular), son:
Para personas que no han sufrido ninguna enfermedad cardiovascular:
- Colesterol total por debajo de 200 mg/dL
- Colesterol LDL por debajo de 130 mg/dL
Para los pacientes que ya han sufrido alguna enfermedad cardiovascular y pacientes con diabetes, los objetivos del tratamiento son más bajos:
- Colesterol total por debajo de 175 mg/dL y si es posible <155mg/dl style="border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; background-repeat: no-repeat no-repeat; ">
- Colesterol LDL por debajo de 100 mg/dL y si es posible <80mg/dl
Existe una relación gradual y continua entre los niveles de colesterol en la sangre y mortalidad cardiovascular.
Hipercolesterolemia familiar
Aterosclerosis
No hay comentarios:
Publicar un comentario